Movimientos sociales bolivianos se congregaron este lunes en Vallegrande para recibir el “ajayu” o alma revolucionaria del guerrillero argentino Ernesto Guevara, más conocido como el “Che”, a los 50 años del asesinato ocurrido en tierras bolivianas.
Quien encabezara junto a Fidel Castro la revolución cubana, convirtiéndose en ministro, antes de decidir emprender nuevos retos en la consecución de la liberación de otros pueblos, el médico rosarino perdió la vida al ser atrapado por las fuerzas militares bolivianas.
Durante el evento conmemorativo, Juanita Ancieta, la secretaria ejecutiva de la Federación de Mujeres Campesinas de Bolivia “Bartolina Sisa”, dijo “Estamos aquí para poder recibir esa fuerza, el ajayu de nuestro comandante. Hermanos y hermanas, todos estamos recibiendo esa fuerza para seguir, para profundizar el proceso de cambio”.
Los diversos dirigentes campesinos se autoproclamaron “soldados del Che” y se mostraron dispuestos a defender el proceso de cambio que vive el Estado Plurinacionald e Bolivia bajo el mandato del presidente aymara Evo Morales.
El compromiso incluía enfrentar el imperialismo, tanto el que busca desestabilizar su país, como el que afecta a toda la región latinoamericana.
“El mejor homenaje es continuar la lucha antiimperialista. Nunca como hoy el Che es más necesario, está más vivo, se proyecta con más fuerza hacia el futuro”, dijo el presidente, que también participó del evento, tras pasar la noche en el campamento junto al resto de trabajadores de Bolivia que querían reivindicar a la figura del revolucionario.
“La juventud tiene como gran legado el ejemplo de vida coherente del Che, para forjar nuevas banderas de unidad y de movilización, un Che modelo de revolucionario socialista, exigente disciplinado, estudioso y ajeno a los cargos, altos mandos y distinciones”, dijo Evo Morales, quien además presentó a las nuevas generaciones un decálogo para liberar a los pueblos del mundo y construir un mundo mejor.