Los dirigentes de los sindicatos públicos cuestionan la falta de preparación por parte del Gobierno, que garantice la salud de los servidores estatales.
Punto Noticias. Con cautela y cuestionamientos tomaron las agremiaciones de servidores públicos el anuncio del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional de la incorporación progresiva al trabajo presencial de los funcionarios públicos, a partir del jueves 1 de julio.
La resolución se aplicará para quienes hayan sido vacunados con las dos dosis contra el Covid-19 y que hayan pasado 14 días luego de la última inyección; también para aquellos que recibieron vacunadas monodosis en el exterior.
Miguel García, presidente de la Federación de Servidores Públicos, cree que la decisión es prudente, porque irá un pequeño porcentaje de trabajadores, dado que la edad de la mayoría de los contratados en los últimos 10 años es joven.
La disposición gubernamental es ir de manera presencial al menos un día a la semana, durante 8 horas, a diferencia del teletrabajo que, en algunos casos, García calificó de una sobreexplotación, porque deben estar conectados más tiempo.
Criticó que en las entidades públicas no se ha hecho ninguna adecuación que garantice distanciamiento social entre empleados ni control sanitario para las personas que ingresan; por ejemplo, a la plataforma gubernamental, que se ubica en el norte de la ciudad.
La movilización es un inconveniente que ve García en la presencialidad, por la falta de provisión de transporte para quienes lo usaban.
Mientras tanto, Iván Bastidas, presidente de la Confederación Nacional de Servidores Públicos (Conasep), aseguró que no han recibido ninguna comunicación oficial para el retorno a las actividades presenciales.
En su opinión, se debería primero vacunar a todos los empleados estatales para el regreso físico. Cuestionó que no hay ningún programa que el Gobierno haya elaborado para los servidores públicos.
Entre los ministerios donde la vacunación contra el coronavirus a los servidores públicos habría avanzado en mayor medida estarían Educación y Salud. Este último sector fue uno de los priorizados para recibir la vacuna, pues en hospitales estatales se ha combatido la pandemia desde su inicio.
286.401 personas del sector público, hasta mayo pasado, realizaban teletrabajo. Unos 500.000 empleados públicos habría a nivel nacional, de acuerdo con el Ministerio del Trabajo.
Se aplicaría, desde la cuarta semana de julio, un Modelo de Riesgo Relativo de Contagio Ocupacional, con indicadores de aforo, número de contagiados con COVID-19 en las empresas o instituciones públicas y número de vacunados.
Según la ministra de Salud, Ximena Garzón, han creado una herramienta estadística que permitirá calcular el riesgo relativo que una persona tiene de contagiarse de una enfermedad al ir a su lugar de trabajo.
Si el riesgo relativo es mayor a uno, se modifica el aforo en ese lugar de trabajo para disminuirlo, porque habría riesgo de contagiarse de la enfermedad; si es menor a uno, es un indicador que permitirá aumentar el aforo. Cuando el valor es uno es de equilibrio.
Las empresas públicas van a recibir por parte del Ministerio de Trabajo un link, por internet, con una base de datos que tienen que llenar, en un orden específico, para determinar cuál es el riesgo relativo.
Estará disponible también para las empresas privadas que deseen utilizar la herramienta, explicó Garzón.
El lunes 5 de julio, se inmunizará a los ciudadanos de 55 años; el martes 6 de julio, a los de 54 años; el miércoles 7, a los de 53 años; el jueves 8, a los de 52 años; el viernes 9, a los de 51 años; el sábado 10, a los de 50 años; y el domingo 11, a los de 49 años.
En la fase 2, que se lleva adelante, denominada Nos Cuidamos, dos días están destinados para vacunar por rango de edad.
El lunes 12 de julio inicia la fase 3 de vacunación, prevista inicialmente para el 19 de julio, que busca reducir la transmisión comunitaria, anunció el Gobierno Nacional.
Serán inmunizados grupos de edad a partir de los 48 años, 47, 46, 45 sucesivamente hasta 16 años y conglomerados organizados por empresas u organizaciones, que aporten con lugares y brigadas de vacunación e insumos como jeringuillas, tachos para descartar los cortopunzantes, equipo de protección personal, digitadores que cuenten con computadoras portátiles.
Fuente: El Universo.