Ayer fueron condenados en Chile a 53 represores de la dictadura de Augusto Pinochet, en lo que se ha convertido en una de las mayores sentencias por violaciones de derechos humanos en el país.
El crimen de ocho opositores al dictador, miembros del Partido Comunista, ejecutados en 1976 llevó a los agentes de la represión a condenas de entre 20 y 3 años de prisión.
El operativo “Calle Conferencia” fue el operativo por el que se aniquiló a la directiva del Partido Comunista, convertido en clandestina por el dictador Pinochet.
Los agentes condenados formaban parte de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), parte fundamental del plan macabro de desaparición forzosa de opositores que funcionó entre 1973 y 1977, hasta que fue reemplazada por la Central Nacional de Informaciones.
El brigadier del Ejército chileno, Miguel Krassnoff Martchenko fue condenado nuevamente y ya suma 700 años de cárcel por diferentes crímenes de violación de derechos humanos.
No todos los acusados fueron condenados, algunos como Jorge Madariaga Acevedo, Hugo Clavería Leiva, José Soto Torres, Raúl Soto Pérez, Juan Escobar Valenzuela, Jerónimo Neira Méndez, Pedro Mora Villanueva y Jorge Escobar Fuentes, fueron absueltos.
Las víctimas de estos crímenes fueron interrogadas bajo tortura y también fueron arrojados al mar, una vez que perdieron la vida asfixiados con la cabeza envuelta en bolsas plásticas.
Durante la dictadura de Pinochet, conforme a cifras oficiales, unos 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado, de los que 1.192 figuran aún como detenidos desaparecidos, mientras otros 33.000 fueron torturados y encarcelados por causas políticas.