César Carrión, asambleísta de CREO, y Miltón Castillo, abogado y excandidato a la Alcaldía de Quito, acudieron a la Fiscalía para presentar una denuncia en contra del presidente del Consejo de la Judicatura Gustavo Jalkh por supuesto tráfico de influencias en la Unidad Judicial de San Cristóbal en Galápagos.
A criterio del jurista es necesario investigar cuál era el interés de Jalkh y el exministro de Turismo y secretario de la Administración, Vinicio Alvarado, de que no se interrumpa la construcción de unos hoteles cinco estrellas en Galápagos, obras a las que estaban opuestos los habitantes de la isla y por las cuales presentaron una acción legal.
Castillo, además, solicitó que también se llame a declarar a María Isabel Salvador, expresidenta del Consejo de Gobierno de Galápagos y a Lorena Tapia, quien actualmente ocupa ese cargo, para que expliquen sobre las irregularidades en ese proceso.
«El tráfico de influencias es un delito donde se aplica la máxima pena cuando se impulsa prevaleciéndose de la jerarquía de un servidor público en otro, beneficios para terceros, que pueden estar sustentados en actos irregularidades, como al parecer es este caso», explicó según diario El Universo.