La hija del exdictador Alberto Fujimori y líder del partido Fuerza Popular, Keiko Fujimori ha ingresado en prisión por 10 días, por su presunta participación en el lavado de dinero para financiamiento de las campañas electorales de 2011 y 2016.
El caso conocido como “cócteles” es instruido por el juez Richard Concepción Carhuancho, ante quien deberá declarar la diputada como integrante de una organización criminal camuflada en su agrupación política.
Donaciones que llevaron de actividades ilícitas fueron blanqueadas a través de los gastos de campaña electoral de Fuerza Popular durante los años 2011 y 2016, según las declaraciones efectuadas por empresarios ligados a Odebrecht.
La Fiscalía de Lavado de Activos comenzó la investigación del caso en 2016, a lo que se sumó un informe de IDL-Reporteros que demostraba escritos en una libreta personal de Marcelo Odebrecht en la que se consignaban pagos a Keiko Fujimori.
En septiembre de 2017 el cambio de fiscal al frente de la Fiscalía originó que la investigación se derivara al delito de Crimen Organizado, que luego contó además con la confirmación de Odebrecht del pago a la diputada.
El peritaje de los libros contables de la agrupación política demostró que hubo una doble contabilidad en la campaña electoral de 2011.