El exdiplomático considera que el presidente Lasso debe considerar el nombramiento de Pascual del Cioppo.
Punto Noticias. El embajador ecuatoriano en España, nombrado, Pascual del Cioppo, ha cometido una gravísima falta al introducirse en un debate sobre política interna española, a criterio de Miguel Calahorrano, exembajador en esa nación.
Explicó que Del Cioppo señaló a la ministra española Irene Montero como la supuesta beneficiaria de una acto de corrupción al haber recibido dinero de parte de la embajada del Ecuador, con los contratos para asesorar legalmente a los migrantes ecuatorianos.
Según la denuncia de Del Cioppo, en el gobierno de Rafael Correa se habría contratado a una empresa vinculada con el partido político español Podemos, de Pablo Iglesias, esposo de Montero, para que lleve a cabo la ayuda jurídica a las personas en movilidad.
El exembajador Calahorrano aseguró que esta información es absolutamente falsa y que Del Cioppo está haciendo una crítica al gobierno de España, sin que sea todavía oficialmente embajador, porque todavía no se posesiona ante la respectiva autoridad.
En su opinión, Del Cioppo le está haciendo un flaco servicio al país, por lo que el presidente Guillermo Lasso debe considerar seriamente este nombramiento. Calahorrano comentó que el mismo embajador nombrado se propuso como una de sus primeras tareas conseguir la visa Schengen para los ecuatorianos.
Este asunto ha sido motivo de trabajo de siete u ocho años, en el que se ha conversado con el jefe del gobierno español, con el fin de que España sea un puntal dentro de la Unión Europea para la consecución de este logro. Y del Cioppo, ni más ni menos, de antemano se pelea con el gobierno español y se coaliga con el partido Vox, de ultraderecha, que es enemigo de los migrantes, deploró Calahorrano.
Señaló que a lo mejor, si tiene que ir a pedir apoyo al gobierno español, del Cioppo tendrá que sentarse al frente de la ministra Irene Montero, para conseguir el visado Schengen.
Por estos motivos, el exdiplomático considera que es absurdo lo que hace y dice Del Cioppo, que contradice lo que debe ser un embajador.