Las elecciones en Estados Unidos mantienen todavía el suspenso en algunos estados. Tanto las gobernaciones de Florida, como de Georgia siguen sin definirse, al igual que el representante al Senado de Arizona y la “problemática” Florida.
Como ya ocurriera en el año 2000 con la controvertida elección que le ganó por un puñado de votos George Bush hijo a Al Gore en el estado de Florida, vuelven a ser requeridos los recuentos de votos.
“El alcalde Gillum reconoció la derrota el día de las elecciones y ahora el condado de Broward lo ha vuelto a poner en el campo de juego. Bill Nelson concedió la elección ¿y ahora está de vuelta en la pelea? ¡Esto es una vergüenza para nuestro País y para la Democracia!”, criticó exaltado en Twitter Donald Trump. Sus candidatos podrían terminar perdiendo en Florida.
Bill Nelson es senador por este Estado desde hace 18 años, por eso desde el Partido Republicano lo critican diciendo que es una “triste manera de terminar su carrera política”. Su contrincante, Rick Scott le lleva 15 mil votos de ventaja, pero la diferencia es de 0,18 % y quedan muchas papeletas por contar.
Rick Scott es el actual gobernador de Florida, quien aspira a formar parte del Senado estadounidense, su sucesor republicano debía ser Ron DeSantis, pero el candidato demócrata Andrew Gillum se lo ha puesto muy difícil con una diferencia menor a 0,5 %, por lo que se procederá a un recuento total de votos.
En Arizona no hay un recuento definitivo, ya que son muchos los votos por correo, lo que ha dado vuelta la elección. Kyrsten Sinema aventaja por unos 20 mil votos a la candidata republicana Martha MacSally, quien ganó el pasado martes. La diferencia se produjo con los votos por correo, que todavía no se terminaron de contabilizar y que pueden deparar un resultado incierto.
Finalmente, en Georgia, la controversia es muy grande, ya que la máxima autoridad electoral la ejercía el candidato de los republicanos Brian Kemp. Al no haber un claro ganador y ser necesario un recuento de votos, renunció a su cargo este jueves, pero las dudas sobre el equipo que realizará el conteo existe. Si ni Kemp, ni la demócrata Stacey Abrams alcanzan el 50 % de los votos será necesario que se realice una segunda vuelta en diciembre.