Los países súbditos de los Estados Unidos de Donald Trump han emanado una serie de comunicados explicando las razones por las que decidían desconocer la legitimidad del nuevo gobierno de Nicolás Maduro.
Siguiendo las argumentaciones esgrimidas por la Organización de Estados Americanos que dirige el antichavista Luis Almagro y de las propias embajadas estadounidenses, Paraguay, Perú, Honduras, Chile, Brasil y Colombia no reconocen a Maduro como presidente de Venezuela y exponen sus razones para continuar las hostilidades contra este país.
John Bolton, el consejero de seguridad nacional de la Casa Blanca explicó ayer que el gobierno de Trump aumentará la presión contra el pueblo bolivariano y el vicepresidente Mike Pence, calificó de “farsa” a la asunción de Maduro.
“Estados Unidos no reconocerá la toma de posesión ilegítima de la dictadura de Maduro. Seguiremos aumentando la presión sobre el régimen corrupto, apoyando a la democrática Asamblea Nacional (Parlamento) y pidiendo democracia y libertad en Venezuela”, fue lo que Bolton escribió en la red social Twitter.
El instigador Mike Pompeo llamó a los venezolanos a no colaborar con el Ejecutivo del país y sí de ponerse a disposición de las acciones de los opositores que controlan la Asamblea Nacional.
De hecho, el presidente de esta Asamblea, Juan Guaidó, mantiene una estrecha relación con el representante del Departamento de Estado norteamericano.
La continuidad del plan de bloqueo económico y de suministros persiste y condiciona la situación de los millones de venezolanos que ven restringidos el acceso a medicamentos, productos de primera necesidad y artículos de importación que se ven obligados a buscar en el mercado del contrabando, pagando sumas exorbitantes.