Amnistía Internacional ha llamado a esta cita ecuménica como ‘Qatar, la copa mundial de la vergüenza’.
Deportes.- Veinte secciones de Amnistía Internacional se notificarán a las federaciones nacionales de fútbol con el propósito de que intervengan para garantizar los derechos de los migrantes que trabajan en el país catarí, en la construcción de los escenarios deportivos para el Mundial de 2022.
Esto con el objetivo de que estas federaciones exijan a la FIFA utilice su poder para insistir estos derechos de que se les cumpla el programa de reformas laborales antes del Mundial, pública y privadamente al Gobierno de este país.
Es decir, la FIFA tiene la voz para que el Estado catarí garantice el respeto de los derechos humanos y poner un punto final a la impunidad a las personas que aportan con plazas de trabajo y que comenten abusos en contra de sus empleados.
En la página oficial de Amnistía Internacional (amnesty.org) titula al mundial como ‘Qatar, la copa mundial de la vergüenza’, en donde el artículo comenta 8 formas de explotación que se dan con los migrantes, sobre todo procedentes de Bangladesh, India y Nepal; en estas 8 están: las elevadas comisiones de contratación, las terribles condiciones de vida que tienen estos migrantes, las mentiras que se les da sobre el salario que van a recibir, incluidos los retrasos de los pagos, no poder abandonar el estadio o el campamento, y si lo hacen, podrán ser encarcelados o multados.
Otra de estas formas es no poder salir del país ni lograr un cambio de trabajo, son amenazados por los empleadores si piden ayuda o se quejan de sus condiciones y que les hacen realizar trabajo forzoso.
Aparentemente Catar ya tiene un control más estricto con estos derechos, pero no ha avanzado lo suficiente. En estos últimos años, el país aplicó una serie de reformas como modificación de la legislación del país para que los trabajadores puedan circular libremente, pero la mayoría de migrantes trabajadores acusa a sus empleadores de explotación, al menos hasta que estas reformas no se apliquen por completo, según Steve Cockburn, director de Justicia Económica y Social de Amnistía Internacional.
Amnistía ha recolectado firmas para que Gianni Infantino, presidente de la FIFA, no permita indiferenciar estos abusos contra los derechos humanos, explotación laboral grave y sistemática de los migrantes para que el Mundial no se construya a base de violación a estos derechos.
Fuente: El Telégrafo, Amnesty.
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