Considerado por algunos el hombre más poderoso de Corea del Sur, Lee Jae estuvo detenido desde febrero de este año. Hoy lo declararon culpable de destinar millones de dólares en sobornos al gobierno, para la fusión de dos compañías bajo control del imperio empresarial de su familia y así consolidar su poder al frente de Samsung Electronics.
La Fiscalía observó especialmente donaciones por US$36 millones a fundaciones sin ánimo de lucro operadas por Choi Soon-Il, una amiga de la ahora expresidenta Park, afirmando que buscaban favores políticos.
El juez Kim Jin-Dong dijo que «La esencia de este caso es el vínculo sin ética entre política y dinero».
Por otra parte su abogado, Song Wu-Cheol declaró a los periodistas: «Estamos confiados en que el fallo será anulado».
(El País/BBC)
Escrito por: Katty Calahorrano