Un adulto mayor también fue abatido por los sicarios.
Durante horas de la madrugada del domingo 23 de enero, una menor de 13 años fue asesinada en Quevedo. Además, un adulto mayor también murió, dentro de la ráfaga de balas mientras se encontraban celebrando la fiesta de confirmación de la adolescente.
En el domicilio ubicado en la calle Rumiñahui y Juan Montalvo, barrio Galo Plaza, quedaron únicamente las evidencias del violento ataque, una camioneta Ford, modelo F150, color negro, un vehículo marca Hyundai y otro carro marca Volkswagen, modelo Tiguan, todos ellos con múltiples agujeros de bala producto del lamentable echo.
El atentado, según testigos, habría sido perpetrado por un grupo de hombres aún sin identificar, quienes, a bordo de dos camionetas, se habrían acercado al domicilio de las víctimas, las cuales se encontraban celebrando la fiesta de confirmación y un cumpleaños y acto seguido habrían abierto fuego con fusiles en mano.
Durante las labores de peritaje y recolección de evidencia, la Policía registró que ya se ha realizado el respectivo levantamiento en la escena del crimen de diversos vestigios balísticos, con calibres de entre 9 y 2.23 milímetros; los testigos por su parte indicaron que se escucharon alrededor de 40 detonaciones durante el asalto.
La menor fue llevada de inmediato a la unidad médica IESS Quevedo, sin embargo, al llegar los médicos confirmaron su deceso, entre los heridos se encontraban Abel C. de 28 años y Yunnan C., de 38 años, quienes afortunadamente resultaron con daños menores.
Curante los primeros resultados de la investigación policial las autoridades dieron a conocer que uno de los heridos, Abel C., presuntamente mantendría una boleta de captura activa y además registraría antecedentes penales por tenencia ilegal de armas en el 2003 y en el 2019; los agentes actualmente manejan la hipótesis de que los sicarios buscaban atentar contra el padrastro y la madre de la niña, pero aún se desconoce el móvil del echo y las investigaciones continúan en curso para dar con el paradero de los responsables.
Redacción: Ángel Cóndor