Desde la Secretaría de Gobierno intenta limitar su libertad de tránsito, carnetizarlas y fijar horarios para su trabajo. Para las trabajadoras sexuales, esto atenta directamente con su derecho al trabajo.
Punto Noticias. Las trabajadoras sexuales del Centro Histórico de Quito rechazan la violencia del Municipio capitalino en un intento de presionarlas para firmas un Plan de Convivencia que limita su libertad de tránsito.
Este jueves 9 de junio de 2022 se realizó una manifestación pacífica de las mujeres trabajadoras, ante la sorpresiva clausura de los hostales donde realizan su trabajo.
La fuerza pública llegó con gas y perros para dispersar la protesta que inició en el sector de San Blas. Luego avanzaron hasta la Secretaría de Seguridad, para pedir explicaciones por el cierre de los hostales y llegar a un acuerdo.
Sin embargo, en una reunión con Gina Durán, Directora Metropolitana de Gestión de Gobernabilidad de la Secretaria General de Seguridad y Gobernabilidad, y Jorge López, asesor del alcalde de Quito, Santiago Guarderas, ofrecieron un acuerdo para que sea firmado por las trabajadoras sexuales, en el que se limita su tránsito en el Centro Histórico, en la av. Guayaquil, desde San Blas, hasta el ingreso a La Ronda, deben estar fuera de la Plaza del Teatro, así como de la primera cuadra de la calle Manabí y parte de la calle Esmeraldas. Es decir, fuera del Centro Histórico de Quito.
En este acuerdo, que no fue firmado por las representantes de las trabajadoras sexuales, también se incluyen condiciones para levantar los sellos de clausura y amenazan con seguir el proceso penal si rompen dichos sellos.
Las trabajadoras han señalado que no van a firmar ningún acuerdo por la violencia del Municipio en su contra. Todo esto ocurre en medio de Mesas técnicas de diálogo que se instalaron meses atrás para trata el Plan de Convivencia.
Pese a la represión en la manifestación y la clausura de los lugares donde realizan su trabajo, el Municipio quiere mantener el diálogo con estas Mesas.
“Las trabajadoras sexuales no llegamos a ningún acuerdo con el Municipio por la violencia, por la libertad de tránsito”, dijo Rocío*, quien reclamó que ese mismo plan pretende limitar su espacio de trabajo, carnetizarlas para controlarlas y aplicar horarios de trabajo. Ella explicó que con la clausura de los hostales pierden un día de trabajo y los días que esos espacios sigan cerrados.
En un comunicado, varias organizaciones que respaldan a las trabajadoras sexuales reclamaron que dicho Plan es una “limpieza social” que pretende iniciar en el Centro Histórico.
Señalan que se ha ofrecido “prebendas vergonzosas como el acceso a salud (que debería ser universalmente gratuita y no una limosna), becas educativas para hijos de las personas que ejercen trabajo sexual (la educación también debería ser universal), o favores como no clausurar X o Y hostal si determinada lideresa mira para otro lado mientras la política higienista avanza”.
“El movimiento de trabajadoras y trabajadores sexuales no acepta las negociaciones con las que pretenden silenciarlo y dividirlo. El movimiento no acepta ofertas de salud y educación como si fueran dádivas ni talleres de confitería y manicure a cambio de salir de las calles”, dice el comunicado.