A pesar de que las lógicas de movimiento han cambiado, según Cristóbal Buendía, del Observatorio de Movilidad.
Punto Noticias. El tema de la distribución de la oferta del transporte público en Quito no se ha resuelto en los últimos 40 años, en opinión de Cristóbal Buendía, presidente del Observatorio Ciudadano de la Movilidad.
Para Buendía, existen situaciones tan suigéneris como que todavía hay la ruta Camal-Hipódromo, cuando el hipódromo no existe desde hace más de 40 años. Esa es la realidad de la movilidad, en la ciudad.
Es sintomático de que no se ha revisado el modelo de gestión de los temas de movilidad y de que la gestión municipal ha sido poco menos que inexistente; no ha podido diseñar un sistema efectivo integrado de transporte público, a criterio del representante de este ente de control ciudadano.
Cuestionó la existencia de tres líneas transversales, que significa que los ciudadanos nos movemos de norte a sur o de su a norte, nada más. Eso no es verdad, dice. A su entender, Quito dejó de ser el famoso corbatín, que algunos técnicos todavía lo mencionan, dado que en los valles tenemos otra ciudad más, donde están alrededor de 600 mil habitantes.
Las lógicas de movimiento, los patrones de movimiento han cambiado diametralmente, según Buendía, quien señala que el traslado de los colegios, de centros de atracción, de agencias de viaje, del centro de la ciudad a ciertos polos del norte y del sur, también modifican los patrones de movilidad.
Lamentó que, en el tiempo que lleva en funciones la nueva administración municipal, se haya mantenido esta misma tónica, sin ningún cambio a la vista.
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