El domingo se volvieron a escenas de extrema violencia en Honduras. El Partido Libertad y Refundación (Libre) convocó a sus partidarios a realizar cortes en todo el país y la Policía Nacional y la Policía Militar del Orden Público reprimieron con dureza para liberar carreteras, puentes y dispersar manifestaciones.
Los cortes comenzaron por la mañana, pero siguieron a lo largo del día, pese a los desalojos efectuados por las fuerzas represivas. En la capital Tegucigalpa la policía persiguió a los manifestantes hasta dentro de sus casas.
En Comayagua apresaron a 17 de los manifestantes y ya se ha informado de la liberación de 13 de ellos, gracias a la intervención de los defensores de derechos humanos, informaba el periódico Criterio.
La policía utilizó de manera desmedida gases lacrimógenos y dispararon con balas de plomo. Las organizaciones defensoras de derechos humanos, aseguran que se violaron todos los estándares y convenios internacionales firmados por el Estado hondureño para evitar represiones sangrientas.
Se denuncia, incluso, intentos de secuestro por parte de agentes de la Dirección Policial de Investigación, vestidos de civil y en vehículos 4×4 sin identificación. La acción de los vecinos y otros militantes de Libre impidió que se pudieran llevar al joven dirigente Nick Madrid.
Helicópteros han amedrentado desde las alturas a los vecinos de algunas localidades, quienes denunciaron que también les lanzaban gases lacrimógenos desde las aeronaves.