Un total de 15 dispositivos están dañados.
Punto Noticias.- Solo siete fotorradares de 18 que fueron ubicados en puntos estratégicos de las vías periféricas de Quito como la Ruta Viva, la Simón Bolívar, la Panamericana y la Mariscal Sucre funcionan. El resto fue destruido parcial o totalmente durante los actos vandálicos que se registraron en las protestas de octubre pasado.
A mediados de noviembre, los siete radares que aún operan recibieron mantenimiento, pues registraban fallas en la alimentación de energía o en los sistemas de transmisión de datos.
Ahora, en puntos de la Ruta Viva como el sector de Lumbisí solo se ve la estructura metálica que soportaba el panel informativo del radar. En la entrada a El Arenal está intacto el letrero que anuncia un fotorradar a 300 metros, pero al llegar al sitio no hay nada.
Cerca del ingreso al aeropuerto Mariscal Sucre, en Tababela, solo uno de los dos radares se enciende, pero no funciona correctamente. En la Ruta Viva quedaron inutilizados cuatro dispositivos. Situación similar ocurre en la avenida Simón Bolívar. De los ocho radares únicamente quedan dos activos. Algo similar sucede en los otros sitios donde fueron ubicados estos controles.
Juan Manuel Aguirre, director de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), comentó que se hizo el reclamo a la empresa de seguros para la restitución de los 11 fotorradares destruidos. Cada uno cuesta USD 41 160.
Aguirre comentó que la gente debe respetar los límites de velocidad sin necesidad del uso de estos dispositivos.
Cabe recordar que los 18 fotorradares fueron colocados en 2015 para controlar el límite de velocidad que es de 90 kilómetros por hora en esas zonas periféricas.
Además, la AMT informó que de los cinco radares móviles que los agentes utilizan en los operativos en las vías, solo uno está operativo.
Gorki Obando, gerente de Aneta, expresó que estos dispositivos deben ser utilizados como un mecanismo preventivo frente al exceso de velocidad.
“Son más orientados a propiciar el respeto que a sancionar y no deben considerarse como elementos punitivos”, manifestó. Sin embargo, dijo que la ausencia de los radares posibilita que los conductores que circulan sin conciencia ni responsabilidad se excedan en velocidad.
Fuente: El Comercio, redes sociales