Luego de que las autoridades británicas hubieran denunciado el ataque con un martillo a la tumba de Karl Marx, en el cementerio de Highgate, este fin de semana volvió a ser profanado con pintura.
Esto no puede ser considerado un caso aislado, ya que cosas parecidas han ocurrido en otros cementerios europeos. De hecho, en Francia se está convocando a una gran marcha contra el antisemitismo por la fortaleza que está mostrando el movimiento antijudío en el país.
La vandalización de “unas 80 tumbas” en el cementerio judío de Quatzenheim, en el este de Francia, dan muestra cabal de esta peligrosa tendencia.
La fiscalía de Estrasburgo se ha puesto a trabajar en el caso, para encontrar a los responsables de esta profanación masiva.
Con pintura azul y amarilla se dibujaron esvásticas sobre las tumbas y en algunas se encontró el mensaje “Esassisches Schwarzen Wolfe” («Los lobos negros alsacianos»), que podría hacer referencia al grupo autonomista alsaciano.
El prefecto de Bajo Rin, Jean-Luc Marx condenó los actos y dijo “el antisemitismo socava los valores de la República que todos los franceses comparten. Ninguna violencia, odio o intolerancia debe poner en peligro la convivencia”.
En París la fiscalía investiga los insultos antisemitas que sufrió el escritor Alain Finkielkraut. Si bien Emmanuel Macron deploró estos actos discriminatorios, su presencia en la manifestación está descartada.
Según cifras publicadas la semana pasada por el ministerio del Interior, el número de actos antisemitas se dispararon un 74% en Francia en 2018.