Punto Noticias.- María Belén Arroyo es una periodista de larga trayectoria. Ella, junto a Arturo Torres, escribió el libro «Rehenes». El texto da más señales sobre el secuestro y asesinato de los periodistas de El Comercio.
Arroyo contó que Arturo Torres salió de El Comercio, a fines de enero del 2018. En el medio estuvo casi 18 años trabajando en la redacción. El último fin de semana que cumplía el turno se produjo el estallido del coche-bomba en San Lorenzo (cuartel policial). Semanas más tarde ocurrió el secuestro a los colegas de El Comercio.
La periodista dijo que la primera decisión fue entender el contexto de la frontera y la crisis de seguridad. A eso agregar las 10 víctimas civiles y militares que existían: tres periodistas, dos ciudadanos (Óscar y Katty), cuatro marinos y un soldado desaparecido.
Pero, ¿por qué fueron a Mataje los periodistas? Arroyo narró que desde enero hubo una cobertura sistemática, no solo del diario El Comercio, sino de los medios en general. Hay una cobertura sistemática y con equipos de relevo que envía El Comercio, casi semanalmente. La periodista explica que los periodistas buscaban entrar a Mataje para acceder a testimonios y fotos en esa zona del cantón San Lorenzo (Esmeraldas).
Días antes de ir a Mataje, Arroyo contextualiza que antes se había producido la muerte de cuatro marinos, producto de un artefacto explosivo. Entonces, «querían hacer una nota, que llamamos de seguimiento».
En Mataje, tres ecuatorianos (no colombianos) del Frente Oliver Sinisterra interceptan a los periodistas y les piden que bajen del vehículo, prosiguió. «La prueba máxima es que todas las pertenencias que se quedan en la camioneta revelan que se trató de un abordaje intempestivo». Arroyo, además, agrega que el Mando Único estaba en la posibilidad dar o no permiso para entrar a ese sector. «Era una zona que estaba bajo fuego».
Además, desde mediados de enero del 2018, un integrante del Frente Oliver Sinisterra tenía contacto con un mayor de la policía en San Lorenzo. Ese mayor, circunstancialmente, estaba a cargo cuando se produjo la detención de tres hombres cercanos a Guacho. El integrante del Frente le decía al Mayor, relata Arroyo, que «suelten a sus hombres o va a ver problemas». La periodista explica que, como retaliación a esa captura, se produjo el coche-bomba en el cuartel de San Lorenzo.
Cuando detuvieron a los periodistas, uno de los captores llama a Guacho para preguntar por la suerte de los colegas. «Creemos que ahí vio Guacho la posibilidad de ejecutar este canje. Dijo, no les maten. Intérnenles». La periodista también señaló que hubo la decisión de liberarles a las 48 horas. Pero, esa liberación no se dio porque los disidentes constataron que habían operativos en la zona, con niveles de riesgo para su seguridad. Entonces, «optaron por internarse selva adentro».
Las condiciones del cauterio se endurecen. Arroyo añadió que una de las razones para ejecutar a los periodistas fue la demora para negociar. «La tardía decisión de canjear».
ESCUCHA LA ENTREVISTA COMPLETA