Editorial de Radio Pichincha
Don Guillermo se despide al estilo clásico, como si no habría pasado nada en su gestión, como si todo el desastre nacional, convertido en fracaso histórico, no pasara por su mente ni por su registro histórico.
Hoy será todo un espectáculo la presentación de su libro, en realidad la de todo su equipo, porque es bien conocido que trabajaron todos los ministerios, sus ayudantes y un equipo de la Presidencia para redactar cientos de hojas, cual informe a la Nación.
Y será todo un espectáculo porque así lo ha querido don Guillermo. El objetivo real es maquillar ese fracaso, hacernos pasar gato por liebre, mediocridad por gestión, corrupción por transparencia y, sobre todo, sensatez por incapacidad.
Lo que no sabe don Guillermo, a pesar de su cinismo crónico, es que no todo lo compra la plata, no todo lo que brilla es oro y tampoco todo el espectáculo es fiesta o celebración. Hay miles de miles de dólares invertidos que serán un testimonio a la farsa política más apabullante de toda la historia.
Hay libros y libros. Por ejemplo, uno que siempre llamará la atención, denominado La Presidenta, de la señora Rosalía Arteaga, que hace un esfuerzo por contar, a su modo y con sus límites, su paso efímero por la vicepresidencia y la presidencia de la mano de Abdalá Bucaram. Al menos dijo sus verdades, algunas de las cuales son verificables, otras quedan en duda y algunos vacíos dan más que hablar. Pero es, sinceramente, un ejercicio responsable y sensato.
Hay otros libros de ex mandatarios, muy pocos en realidad. Otras obras hablan de ellos, a veces para bien y otras para mal. Uno de los últimos es el del ex mandatario Jamil Mahuad, que deja en claro por qué dolarizó la economía ecuatoriana y explica el porqué de su caída. Ahí participan algunos actores políticos y mediáticos. Por ejemplo, el que va a ser secretario de Comunicación de Daniel Noboa.
Por lo que nos han adelantado, el de don Guillermo será una suma de informes, cuadros y métricas de una supuesta acción gubernamental truncada por la muerte cruzada, decretada por él mismo. Y precisamente esa es la pregunta que todos nos hacemos ahora: ¿SI FUE TAN BUENA SU GESTIÓN Y TAN SACROSANTA SU TAREA POR QUÉ DECRETÓ LA MUERTE CRUZADA Y ADELANTÓ SU SALIDA DEL PODER?
Claro, habrá pocas cosas entendibles en un banquero cuyo mayor capricho fue comprarse la Presidencia de la República. Bastaría ver y oír la entrevista realizada por nuestro compañero Orlando Pérez, en el programa Otro Relato, con el presidente nacional de CREO, para entender que la enajenación política puede llevar a estos delirios, como escribir un libro, en realidad publicar un informe a la Nación, sin explicar por qué llegamos al “peor de los mundos posibles”. PUNTO