La activista trans denunció varias amenazas de muerte en su contra, pero no recibió ayuda de las autoridades.
El asesinato de Jesica Martínez, una mujer trans, en Ambato, sacudió nuevamente a la comunidad. Pese a que la activista ya había denunciado a las autoridades sobre las amenazas de muerte que recibía por negarse a pagar la “vacuna”. Fue asesinada en su lugar de trabajo.
Las extorsiones, el maltrato y discriminación son realidades que en los últimos años han empezado a volverse más comunes para la comunidad Trans. Así lo denuncian organizaciones de derechos humanos, que han condenado el asesinato de Jesica Martínez.
Jesica Martínez, era activista trans y TS, presidenta de la Asociación Nueva Esperanza. realizaba trabajo en defensa de derechos para mujeres trans TS en Ambato.
El sábado 03 de septiembre de 2022, a las 21:45 en las calles Marieta Veintimilla y Martínez, cerca al mercado Central en el centro de Ambato, fue asesinada con varios disparos en su lugar de trabajo.
Las organizaciones en defensa de los derechos de las personas trans han indicado que el personal de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Extorsión y Secuestro (Dinased) y Criminalística de Tungurahua sólo se limitaron a realizar el reporte de la muerte para su ingreso en el Centro de Investigaciones Forenses de Ambato.
La Comunidad LGBTI+ de Ambato y las mujeres trabajadoras sexuales afirman que el asesinato de Jesica Martínez ocurrió luego que se negara a pagar plaza donde ejercía trabajo. Jesica fue amenazada, de inmediato, puso en conocimiento a las autoridades sobre las intimidaciones. Pese a ello, ninguna autoridad tomó acción para salvaguardar la vida de la activista.
Las redes sociales han sido el espacio de militancia para que los amigos y personas cercanas de Jesica puedan denunciar el asesinato, que como ha sido históricamente para esta comunidad. Sus muertes han sido marginadas y silenciadas.
Para la directora de la Asociación Silueta X, Diane Rodriguez, el nivel de inseguridad está desbordado. Diane señala que esto parte de la inacción que tiene el Gobierno para lidiar con este tipo de delitos
Asegura que: “Nos han dicho las compañeras que un medio de comunicación local había transmitido las denuncias de los cobros de las plazas, no sabemos si esto se sumó a la posición de ella y otras compañeras de no pagar por la plaza”. Diane hace énfasis en que Jesica ya había puesto la denuncia e insiste que las autoridades no están haciendo su trabajo.
Según el Informe Runa Sipiy de la Asociación Silueta X, con este hecho, son ya 19 asesinatos, transfemicidios, muertes violentas no esclarecidas o sospechosas de criminalidad en contra de nuestras poblaciones, a nivel nacional.
Diane también resalta que: “Están muy preocupados, ya que se ha naturalizado el asesinato de las personas trans en el país”
Las personas trans extorsionadas a nivel nacional
Este tipo de sucesos ponen en jaque a la comunidad trans, marginada históricamente en el país. Varios comunicados han sido publicados en las principales redes sociales de organizaciones en defensa de las personas trans.
Los comunicados narran de sucesos similares en ciudades como Guayaquil donde las mujeres trans están siendo, de la misma manera, extorsionadas por trabajar.
Han dejado en claro, que repudian la extorsión, los actos de intimidación e incitación al odio, asimismo, de la apropiación de los espacios públicos donde ejercen el trabajo sexual. Señalan que les imponen el pago de 30 dólares semanales ordenado por bandas criminales que operan desde las cárceles del país.
Asimismo, denuncian que los grupos delincuenciales encabezados por “las conocidas madres”, son las que siembran terror en las ciudadanas trans-cis. Según señala el comunicado estas “madres”, ejecutan están intimidaciones por órdenes realizadas desde el interior del centro de rehabilitación social zonal 8 del Guayas.
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De igual manera, las organizaciones han divulgado una alerta sobre los “transfeminicidios anunciados”, donde profundizan sobre el poco interés que tienen las autoridades para responder a estas demandas.
Indican que además de pasar por diferentes tipos de violencia sólo por ser personas trans. Ahora tienen que sobrevivir frente a esta nueva modalidad de violencia ante la ausencia de políticas públicas que garanticen la seguridad de los ciudadanos en el país.
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