Grupos de militares de Colombia y Ecuador desmantelan puentes improvisados por bandas que operan en esa zona.
Punto Noticias.- Tras el cierre prolongado del puente internacional de Rumichaca, como una medida para evitar la propagación del coronavirus, se incrementó el contrabando y el tráfico de personas por pasos no autorizados.
El paso ilegal de medicinas, dólares, equipos tecnológicos y otros objetos se ha vuelto usual, especialmente, en los sectores adjuntos al viaducto binacional. El río Carchi-Guaytara, que divide a los dos países, es el más utilizado para estos fines.
Grupos de militares por aire y por tierra siguen a bandas de connacionales y extranjeros que lideran organizaciones dedicadas a este tipo de ilícitos.
El plan Espejo, creado y coordinado por los ejércitos de ambos países, ejecuta acciones para desarticular a estas bandas que estarían integradas por ciudadanos venezolanos.
Utilizando inmensos árboles, rocas, cables e ingeniosas tarabitas movilizan por el río a migrantes, viajeros, comerciantes o mercaderías entre ambas naciones, a cambio del pago de valores que se negocian al margen de la ley.
Franklin Pico, comandante del Batallón de Infantería Andes, señaló que a diario realizan uno o dos sobrevuelos de reconocimiento a la frontera para no solo combatir a los contrabandistas y a quienes movilizan gente, sino para orientar a los militares que están por tierra.
Por ejemplo, el pasado domingo, se destruyó un puente en el sector de Peña Blanca, en la parte intermedia entre Tulcán y Rumichaca, cuando por aire fue detectada esta construcción.
El militar señaló que los dueños de las propiedades que están ubicadas en la frontera las prestan para el paso ilegal a cambio del pago de un peaje.
Producto de un operativo en el sector La Frontera, a pocos kilómetros del puente internacional de Rumichaca, en Ipiales (Colombia), fue aprehendido el pasado lunes un hombre de origen venezolano.
La Fiscalía de Colombia informó que el ciudadano es acusado de pertenecer a un grupo dedicado al tráfico de personas y sería parte de una de las seis organizaciones que operan en la frontera colombo-ecuatoriana, donde los viajeros pagan entre USD 20 y USD 60 por persona para ser pasados de un país a otro por el río.
Según los vecinos de esa zona, las bandas irregulares mueven a más de 300 personas diariamente por cerca de 37 pasos fronterizos que unen a Ecuador y Colombia.
Una de las modalidades que han proliferado es el tránsito de mercancías sobre caballos, con jinetes cuyas edades oscilan entre 8 y 15 años, debido a que por su edad no pueden ser juzgados por las leyes ecuatorianas.
Fuente: El Universo, redes sociales