Entre otras consecuencias, seis familias perdieron su patrimonio y el colegio resultó gravemente afectado.
Punto Noticias. Jacqueline Castro, presidenta del Gobierno Parroquial de Pomasqui, agradece que el aluvión de agua y lodo, por el desborde de la quebrada Santa Teresa, provocada por la fuerte tormenta de este miércoles, no dejó pérdidas humanas, pero, lamentó, sí daños materiales cuantiosos.
Entre los daños más importantes, seis familias perdieron absolutamente todo, 11 locales comerciales afectados por la inundación, tres casas cuarteadas y el Colegio Pomasqui totalmente afectado en su infraestructura, oficinas, mobiliario dañado, lo que perjudica a los más de mil estudiantes que se educan en la institución.
Según Jacqueline, la avenida Manuel Córdova Galarza, principal arteria vial de la población, que recibió el flujo de materiales, como lodo y piedras, aún está siendo limpiada (con maquinaria del Gobierno de Pichincha), antes de dar paso al tránsito vehicular.
Alertó que un tramo de esta carretera, sentido norte-sur, quedará todavía cerrado, debido a los trabajos que se desarrollan para rehabilitar el colegio.
Castro exteriorizó su agradecimiento a la prefecta Paola Pabón, quien dispuso que trabajadores, maquinaria y técnicos de la Prefectura se trasladen a Pomasqui, desde la víspera, para realizar los trabajos de limpieza de escombros y ayuda a los damnificados por el aluvión. Agradecimiento que extendió a las demás instituciones y organismos que colaboran en esta tarea.
La presidenta de Pomasqui contó que el colector de la quebrada Santa Teresa colapsó, lo que causó que el colegio, que está bajo este colector, se inunde con la gran cantidad de materiales y basura acumulada en la quebrada.
Hizo un llamado a la ciudadanía para que no bote en la quebrada materiales y basura, con el fin de evitar otra tragedia, como la que vive el poblado.