Editorial de Radio Pichincha
Estos días son complejos por doble vía: el comercialismo de la Navidad y la congestión vehicular que hace los días más difíciles.
Por supuesto, esto ocurre en medio de un incremento notable y muy visible de la pobreza y la mendicidad. Y por lo mismo, esto tiene un impacto muy doloroso para decenas de miles de familias, que no tendrán lo que otras tantas sí, a pesar de la crisis y de las carencias.
Pero lo de fondo es otra cosa: estas festividades deben estar marcadas por la paz y la seguridad. Eso no tiene ninguna discusión y aspiramos, como ciudadanos y como medio de comunicación, no tener que lamentar nuevas masacres y asesinatos violentos. Debemos suponer que habrá un plan de la Fuerza Pública, mucho más ahora que la Asamblea Nacional aprobó las reformas al artículo 158 de la Constitución de la República, con las que se busca que las Fuerzas Armadas apoyen a la Policía Nacional, en la lucha contra la inseguridad.
Cualquiera podría pensar que YA NO HAY PRETEXTOS para combatir a las bandas criminales, tal como Guillermo Lasso decía, con el descaro más grande que todas las catedrales del mundo. Ahora veremos y tendremos que verificar si hay un notable decrecimiento de los asesinatos, la encarcelación de los cabecillas de los grupos criminales y, sobre todo, una reducción del narcotráfico desde las aduanas y desde los puertos.
Ojalá no tengamos que hacer el balance de la próxima semana con saldo en rojo.
Y también OJALÁ se destierre el asistencialismo y la caridad. Lo que debe primar, a todo nivel, es la solidaridad y la fraternidad para ayudarnos entre todos, más a lo que más necesitan. Que todas las instituciones del Estado, empezando por el gobierno y pasando por los municipios y prefecturas tengan acciones concretas para aquellas personas que están sometidas a la mendicidad.
Por cierto, también es justo y necesario invocar la modestia y el recato. Porque ese derroche y exhibicionismo de consumo exacerbado también es una forma de violencia, simbólica y todo es un acto de soberbia cuando se vive en un país de carencias y necesidades básicas no satisfechas.
Lo más importante es compartir y estar con la familia unidos y en paz. Esos son nuestros deseos de todo corazón. PUNTO