El medio Alter-Presse presentó un balance parcial de las víctimas de la represión ocurrida este mes en Haití, realizado por la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos, en base a la información ofrecida por las autoridades y el constato elaborado por la propia organización.
Entre el 6 y el 7 de julio de este año, por lo menos 20 personas perdieron la vida y un niño resultó herido. 5 cadáveres se encontraron en Pétionville y 4 en Delmas. Las otras once muertes ocurrieron en departamentos del oeste de la capital, Puerto Príncipe, en algunos casos en lugares incendiados.
En Pétionville todas las víctimas fueron muertas en supermercados o en las proximidades de centros comerciales, mientras que un agente de la policía fue asesinado en Delmas.
Según la información policial 52 vehículos fueron incendiados, 2 de los cuales pertenecían a la comisaría de Pétionville. Otros vehículos fueron rotos, aunque no destruidos.
La Red contabilizó 76 vehículos vandalizados, entre los que se encontraban 24 coches nuevos que eran exhibidos en la Universal Motors, también en Pétionville.
El recuento de comercios y empresas privadas que fueron saqueadas o incendiadas alcanzan a 84, además de 5 instituciones públicas.
La suba del queroseno y el combustible diésel decidida por el Fondo Monetario Internacional y anunciada por el gobierno haitiano, degeneró en una revuelta social que concluyó con tres jornadas de huelga y la anulación de los aumentos. Luego de la renuncia del primer ministro, el gobierno de Jovenel Moïse intenta recomponerse aceptando un diálogo con líderes de la oposición.