Ayer el país balcánico dio un paso adelante para convertirse en el trigésimo miembro de la Alianza del Atlántico Norte, la mayor armada del mundo, la OTAN.
Su asociación deberá ser aceptada por los parlamentos del resto de países miembros, pero desde ayer Macedonia ya hizo los papeles para formar parte de esta organización, lo que le dará un poder suplementario para resolver sus problemas fronterizos con Grecia.
De hecho, uno de los grandes impedimentos de la nación consistía en la disputa del nombre, que Grecia consideraba como propio. La República de Macedonia del Norte, será su nuevo nombre, una vez que Grecia ratifique en su Parlamento el protocolo para su ingreso a la OTAN.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, celebró en Bruselas junto al canciller macedonio Nicolai Dimitrov, lo que consideró un “día histórico”. “Todos los aliados de la OTAN firmaron el protocolo de adhesión”, lo que “traerá más seguridad y prosperidad a toda la región”, tuiteó Stoltenberg.
“Hoy la mayor alianza de seguridad del mundo nos ha dado la bienvenida. Nos hemos sentado en la misma mesa, hombro con hombro, con nuestros aliados”, festejó el primer ministro Zoran Zaev a través de redes sociales.