El barco Aquarius sigue varado en el mar Mediterráneo, a bordo hay 629 migrantes y por eso tanto los puertos de Malta, como los de Italia les niegan que atraquen. El gobierno español, a través del presidente Pedro Sánchez admitió que sean recibidos en España para evitar una “catástrofe humanitaria”.
La ciudad de Valencia parece ser la elegida para que el Aquarius sea dirigido hacia allí y puedan ser recibidas esas personas que se encuentran “abandonadas a su suerte”, según palabras de Sánchez.
“Es nuestra obligación ayudar a evitar una catástrofe humanitaria y ofrecer ‘un puerto seguro’ a estas personas”, indicó el recientemente elegido presidente.
En el barco hay siete mujeres embarazadas, 11 niños pequeños y 123 menores solos y lleva varios días a la espera de autorización para llegar a algún puerto de las costas maltesa o italiana.
La agencia de la ONU para los refugiados le pidió a ambas naciones que reciban el buque para resguardar la salud de las personas a bordo, que apenas tienen provisiones.
El Aquarius es un barco fletado por la oenegé SOS Mediterranée que fue rescatando a migrantes que cruzaban el Mediterráneo en embarcaciones mucho más inseguras. La reciente llegada al poder en Italia de partidos anti-inmigrantes dificulta muchísimo que puedan ser recibidos por este país.