Entre las víctimas de la sangrienta represión en la frontera entre Israel y Palestina había futbolistas. Mohammad Khalil Obaid, jugador del Jameyet Al Salah, está internado luego de que el 30 de abril, francotiradores israelíes le balearan las rodillas. Algo similar sufrieron Jawhar Nasser Jawhar y Adam Abd al.Rouf Halabiya de 19 y 17 años, baleados el 31 de enero cuando volvían a sus casas luego del entrenamiento en el Faisal al-Husseini.
Ellos a través de un documental le piden a la selección argentina de fútbol que no jueguen el sábado 9 de junio contra la selección israelí. “Pido al equipo argentino y en especial al capitán Leo Messi, que es muy apreciado en Palestina, para que se solidarice y boicotee el partido con Israel”, son las palabras de Obaid.
El fútbol también es un territorio de ocupación. Seis equipos israelíes juegan en asentamientos en Cisjordania, contraviniendo los estatutos de la FIFA. La Asociación de Fútbol de Palestina ha llevado el caso al Tribunal de Arbitraje Deportivo, frente al silencio de la Federación de fútbol.
El partido de Israel contra Argentina tendrá lugar en Jerusalén, foco del último conflicto fronterizo, al haber países que reconocieron esta ciudad como capital del Estado de Israel, algo que choca con las recomendaciones internacionales para terminar el conflicto entre ambos pueblos.
El Comité Argentino de Solidaridad con el Pueblo de Palestina escribió a Jorge Sampaoli. Le pidió que adhiera a personalidades como Roger Waters, Elvis Costello, Brian Eno, Peter Gabriel y Stephen Hawking, entre otros, se sume al boicot cultural y deportivo y cancele el amistoso en Jerusalén. Le avisa que la selección argentina está siendo “utilizada”.