La Zonal 9 de Salud aplicó pruebas de covid-19 a los pobladores de Santa Clara de San Millán.
Punto Noticias.- Frente al aumento de contagios en la capital desde el 3 de junio pasado que entró a semáforo amarillo, hasta este 13 de julio, se elevaron los contagios al 152%, y a en la provincia subió al 156,4%. La recomendación de los expertos es testear, aislar, rastrear, tratar oportunamente y fortalecer el sistema de salud y de vigilancia epidemiológica.
Quito se encuentra en la primera etapa de la oleada de la pandemia, registrando varios picos. Algunos días los diagnósticos eran exponenciales y en otros bajaba.
Este mes el punto más alto de nuevos contagios, los datos oficiales señalan que se registró el sábado 11 de julio, con 497 casos. En tanto que ayer fue la más baja, 13 de julio, con siete.
En Pichincha se concentra la mayor cantidad de infectados, que lleva un total de 10 681, el 17,95% del total nacional, después de cuatro meses y medio del brote del coronavirus. De los ocho cantones que conforman la provincia, Quito concentra el 90,6% de los afectados, luego de Guayaquil es el segundo cantón con más infectados.
Basta revisar que desde el 3 de junio pasado, cuando la capital entró a semáforo amarillo, hasta el 13 de julio, crecieron los contagios al 152%. En cambio a nivel provincial subió al 156,4%.
Comparando esta cifras con Guayas y en específico con Guayaquil, se mira el aumento de casos en Pichincha como en Quito fue hasta junio fue más pausado. A fines de abril e inicios de mayo, Guayas alcanzó la cantidad de caos que registra Pichincha, que representó el 62% de las infecciones del país.
Pero se debe analizar que desde el 27 de abril, el Ministerio de Salud Pública (MSP) decidió presentar los casos confirmados con pruebas PCR de todo el país, razón por la que en cada localidad “bajó la incidencia”. Aun así Guayas supera en la estadística y la fuerte caída de casos se dio en junio y julio llegando al 27,7% de afectados por la covid-19.
En la capital ecuatoriana hasta el cambio de semáforo a amarillo, que se realizó el 3 de junio, el incremento fue bajo, con ciertos picos. Pero según la epidemióloga Andrea Gómez, lamentablemente la curva pandémica, tomando en cuenta los casos activos (individuos con el virus), aumentó vertiginosamente. Lo que significa el incremento de casos positivos, entre leves y graves, y la exigencia de mayor atención hospitalaria. “El pico es la parte más elevada de la curva epidémica, hay un aumento hasta un punto y luego hay un descenso”.
Mientras que los servicios en unidades médicas están al tope de atención. El ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, reafirmó ayer en Ecuavisa que “no existe” ya unidades de cuidados intensivos (UCI) a disposición en Quito. “Lo digo claramente: no existe, es un procedimiento dinámico y hay personas esperando (una cama)”, señala que en UCI no se quedan menos de 15 días los enfermos.
La retórica permanente de Zevallos es que hay pacientes que son atendidos en unidades adaptadas u hospitales móviles instalados fuero de las casas de salud como el Pablo Arturo Suárez. En unas carpas dispusieron 30 camas para quienes estarían por recibir sus altas hospitalarias. La red privada de salud también no tiene camas libres hasta el 13 de julio.
El Seguro Social, cuenta con 114 camas de terapia intensiva que estaban ocupadas, este 12 de julio, únicamente cuatro de las 412 de hospitalización estaban libres. Por eso se atiende a los pacientes en áreas de emergencia de hospitales del día, como en Cotocollao, Dispensario Central, entre otros. También, ayer se dio a conocer que 14 pacientes de Quito y otras zonas de la sierra los trasladaron al Hospital de la Policía N2, de Guayaquil, de esos 6 están en UCI.
El presidente de la Sociedad de Salud Pública, Fernando Sacoto, recalca que el problema es la falta de seguimiento y control comunitario. La curva epidemiológica en Quito es ascendente y responde al paso del rojo al amarillo, sin haber generado las medidas necesarias de contención del virus, con vigilancia comunitaria y más pruebas PCR.
Gómez, Sacoto y Daniel Simancas, epidemiólogo y docentes, exhortan el aumento de las restricciones a la movilidad, control de aglomeraciones y priorizar el teletrabajo.
“Es indispensable testear, aislar, rastrear, tratar oportunamente. Sin olvidar el fortalecimiento del sistema de salud y de vigilancia epidemiológica. La atención primaria es muy importante”, subraya la epidemióloga Gómez.
Fuente: El Comercio