Dirigentes indígenas señalan que ni las fuerzas armadas, ni la policía, se atreven a ingresar a los campamentos irregulares.
En la provincia del Napo pobladores y representantes de diferentes colectivos ambientalistas convocaron a una multitudinaria marcha en contra de las actividades de minería ilegal que se llevan a cabo desde hace varios meses y que están ocasionando una seria preocupación en los habitantes de la región.
Las protestas se concentraron en la ciudad de Tena, donde los asistentes corearon consignas como “Napo ama la vida, no a la minería”; ya que según lo denuncian, la actividad ilegal sin control está contaminando las principales fuentes fluviales que alimentan a toda la población y las autoridades no logran poner un alto a este tipo de operaciones ilícitas.
Los dirigentes amazónicos explicaron que la situación se ha salido de control ya que no son un grupo aislado de 10 o 20 personas las que estarían dedicándose a esta actividad, pues declaran que en las cercanías del río de Yutzupino un total de 150 retroexcavadoras, y aproximadamente 4 000 personas, se han concentrado en torno de campamentos para extraer distintos minerales en la zona.
Dichas actividades se han dispersado por Yutzupino, Anzu, Arosemena Tola y la cabecera del río Tena y no cuentan con ninguna autorización según lo notificaron los comuneros, quienes subrayan que ni las fuerzas armadas o la policía nacional se atreven a entrar al territorio y declaran que sienten gran temor ante la falta de protección y acción por parte de las autoridades. “Ya es más de dos años que se están llevando a cabo procesos de minería ilegal en las parroquias y las autoridades no han tomado acciones, ni han dado respuesta frente a este peligroso daño ambiental”, apuntó Gregorio Mirabal, dirigente de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica.
Esta manifestación se produce en el marco de la grave contaminación que atraviesa la Amazonía Ecuatoriana y la sentencia de la Corte Constitucional, la cual hace 15 días dio la venia para que las comunidades indígenas sean quienes aprueben previa consulta las actividades extractivistas en sus territorios, sin embargo, los dirigentes hacen hincapié en que en la práctica se hace caso omiso a las acciones de protección y más bien se están afectando con mayor frecuencia los recursos hídricos de toda la población amazónica.
Por su parte la Confeniae (Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana), mediante un comunicado oficial, mostró su apoyo a la comunidad del Napo e instó a las autoridades a que tomen acciones ante estos sucesos, indicando que, de no hacerlo pronto, el estado ecuatoriano estaría perdiendo su soberanía sobre el territorio y lo más grave, permitiría una devastación irreparable en la naturaleza y el ecosistema de estos territorios.
Redacción: Ángel Cóndor.