Un informe conjunto realizado por la Organización Panamericana de la Salud, los Fondos de la ONU para la población y la Unicef muestran que pese al progreso económico y social de la región en la última década, América Latina y el Caribe continúa siendo la segunda región del planeta con más embarazos adolescentes.
Actualmente el promedio muestra que hay 46 nacimientos por cada mil niñas de entre 15 y 19 años, mientras que en la región la cifra se eleva hasta 66,5.
El informe advierte, además que aumenta la cifra de embarazos en niñas menores de 14 años.
Sonia Caffe, de la OPS, considera que esto se da por la “falta de protección de las adolescentes jóvenes” y señaló que muchos de los casos se deben a violaciones. La mortandad de las madres menores de 16 años es muy alta, colocándose como una de las principales causas de muerte en las Américas, por problemas de salud derivados del embarazo, el parto o el posparto.
Otro dato destacado es que la falta de acceso a la educación multiplica por cuatro las posibilidades de embarazo adolescente. A su vez las consecuencias de los embarazos prematuros derivan en el abandono de la escolarización, lo que conlleva mayores dificultades para la inserción en el mercado laboral de las jóvenes madres.
Los países con mayor incidencia de embarazos adolescentes están en América Central, encabezados por Guatemala, Nicaragua y Panamá. En el Caribe, República Dominicana y Guyana y en América del Sur, Bolivia y Venezuela tienen las tasas más altas.
Los expertos advierten sobre la necesidad de darle visibilidad a la problemática y realizar un trabajo de llegada a las zonas más vulnerables, ya que el acceso a la información y a los tratamientos, muchas veces dependen de la capacidad de poder desplazarse hasta los centros asistenciales.