21 personas fueron condenadas a muerte en Egipto por haber formado parte del grupo terrorista Estado Islámico.
El tribunal egipcio consideró que su organización tenía el objetivo de impedir el cumplimiento de sus funciones de las instituciones del Estado, atentar la paz social y afectar la unidad nacional.
La sentencia también envió a cuatro acusados a cumplir cadena perpetua y otros tres cumplirán una pena de 15 años de reclusión.
Entre los cargos se incluían ataques contra civiles, fundamentalmente contra los cristianos coptos, ataques a la policía, al ejército y contra instituciones.
El golpe de estado militar que derrocó al gobierno islamista de Mohamed Morsi en 2013 no pudo aportar calma, pese a las graves protestas que lo precedieron. La proscripción de la Hermandad Musulmana tampoco favorece la convivencia en el país africano, donde se han sucedido diversos ataques terroristas en los que perdieron la vida cientos de policías, además de haberse perpetrado masacres contra cristianos en diferentes partes del territorio, con bombas en iglesias y catedrales.
La mayoría de los ataques fueron reivindicados por el llamado Wilayat Sinai (estado o provincia Sinaí), un grupo establecido en el Sinaí afiliado al grupo regional terrorista EI.
Este año hay elecciones presidenciales y antes de que se llegue al sufragio, un fuerte operativo antiterrorista se ha lanzado con el arresto de cientos de presuntos terroristas, el asesinato de una veintena y órdenes de detención masivas, firmadas por el presidente Abdel-Fattah al-Sisi, quien podría ser reelecto a finales de marzo.